La naturaleza parece estar rabiosa, se descarga en Maderira destrozándolo todo. No podría mencionar aquí todos los lugares azotados en los últimos meses, incluyendo nuestra España. De todos y cada uno de ellos nos dolemos, en todos queremos estar presentes con nuestro granito de arena.
Ahora llegan los ecos del terremoto, las réplicas y consecuentes maremotos de Chile.
Quisiera mandar un abrazo a los chilenos que han sufrido tan enorme catástrofe. Un saludo a mi familia y a mis amigos.
Espero que entre todos podamos ayudar a aquellos que viven en Concepción y el área de devastación.
A pesar de haber vivido allí 20 años y de haber sufrido un terremoto tras otro no puedo ni siquiera imaginar la magnitud de este.
¡Mucha ayuda y suerte querido Chile!