Hemos sacado brillo a nuestros zapatos y preparado todo para la ocasión. Ahora esperamos que los Reyes nos traigan esos regalitos que tanta ilusión nos hacen.
Alguno que otro disimula la impaciencia apoyandose en "adultez", pero lo cierto es que, quien más quien menos, espera ser merecedor de un buen regalo.
Para todos los que aún son capaces de soñar...
¡FELICES REYES!