Dicen que mi país ha apostado por el cambio.
Dicen que se acabó el bi-partidismo y sin embargo ahora estamos divididos, como siempre, en dos grandes bloques que no sé cómo van a aprender a negociar, así de repente ¿cómo van a aprender a ser lo que no han sido capaces de ser en los años vividos desde la transición?
Dicen que es momento de pactos y yo sólo veo bloques cargados hasta los topes de odios, dispuestos a chocar como dos trenes desenfrenados, para ostentar el poder.
Dicen que ha llegado la hora de luchar contra la corrupción, esa que ha corroído y aun corroe nuestras Instituciones más sagradas. No creo que se pueda aprender a ser honrado en un par de meses, ni siquiera años. Ni siquiera sé, si después de tanta tradición tan siquiera se puede entender y asumir lo que significa ser honrado.
Dicen que algo está cambiando y sin embargo muchos son los que siguen en sus puestos inventando nuevas formas de engaño para perpetuarse en la estafa, en la prevaricación, en el abuso de poder.
Dicen y dicen que estos dicen, que se dice que, pero las actitudes son las mismas que destruyeron nuestros sueños de democracia y ni siquiera tenemos intención de aprender a navegar en otras aguas.
Dimes y diretes, nuestra gran entretención. Pero “del dicho al hecho hay un buen trecho” que ya veremos si somos capaces de alcanzar.