Me gusta que la gente de a pié grite lo que no le gusta, no acepte lo abusivo y malo y le haga el boicot a los bancos, a los establecimientos y a los individuos que se pasen de listos.
No me molesta la riqueza, he conocido ricos legítimos,” los Señores del dinero” los que crean riqueza y prestigio con sus empresas; sólo me molestan los advenedizos, “los señores de los números” que juegan al sudoku con nuestras vidas; los que inventas "productos" para estafar a sus clientes; los que se hacen casas gracias a la construcción de un aeropuerto, poniendo en peligro la calidad de la construcción; los que se llenan los bolsillos entorpeciendo el desarrollo del progreso en ayuntamientos y oficinas en todo tipo de negocios, desestabilizando la vida de una gran cantidad de gente que trabaja y que sólo quiere un puesto de trabajo para vivir.
Me duele el que estafa en nombre de una entidad bancaria, ahora gran número de jóvenes que dicen hacerlo para conservar sus puestos de trabajo. Me duele pagarn el doble de luz, sin entender porqué en mi pais no se desarrollan y promueven las nuevas tecnologías.
Me molesta el funcionario que tiene en su vocabulario un no permanente y por sistema. Me hieren los parásitos que no tienen nada que dar y contaminan todo lo que tocan intentando conseguir algo a cambio de nada. Me asombran e indignan los que ponen en peligro nuestro dinero público por asegurarse unos votos.
Sé que nadie tiene la culpa, malos hábitos y una picaresca ancestral del apáñatelas como puedas nos han traído hasta aquí. El problema es que en el mundo de ahora, de hoy y no digamos el de mañana, esta actitud generalizada nos destruirá.
Queremos cambiar pero no sabemos cómo. Pedimos nuestros derechos, nuestras libertades, pero se nos olvidan, sistemáticamente cuáles son nuestras obligaciones.
¿Qué tenemos que hacer para mejorar nuestro país?, si es que nos queda algo de país.
Lo primero es ir a votar en forma responsable y borrar de la escena política a cualquiera que sea dudoso, no importa el partido político, eso ya sería un comienzo. Si dejamos que ganen los oportunistas, estamos perdidos, una y otra vez. Si protegemos a los que nos estafan, tendremos que pagar un alto precio por ello.
Para los jóvenes que creen que no votar es un voto de censura, que sepan que su error es inmenso, los abusones, amantes del poder están muy organizados y estarán encantados si no votamos porque ellos votaran en masa y conseguirán resultados gracias a aquel, que no vaya a votar.
"No impresionaréis a nadie no asistiendo a las urnas, no cambiaréis nada si no votáis, sólo ejerciendo vuestro derecho a elegir cambiaréis nuestro panorama".
Elijamos buenos gestores y cuando lo hagan mal, o se olviden de las promesas, cuando sufran un ataque de arrogancia, o de bolsillitis, los mandamos a sus casas y renovamos el panorama político, tenemos ese poder. Cambiemos las leyes electorales, tenemos ese poder, exijamos efectividad a nuestros gobernantes, tenemos ese poder.
Sé que es fácil decirlo, pero debemos intentarlo.
Necesitamos legisladores que trabajen constantemente y sin desmayar para mejorar las leyes. Necesitamos gente más ecléctica capaz desarrollar las buenas ideas vengan de donde vengan. Pero sobre todo necesitamos gente educada con ética, con sentido de justicia, con capacidad y conocimientos para cambiar esta forma de hacer, que nos ha conseguido la fama de ser uno de los países más corruptos del mundo.
Yo me quedé con aquel país que se iniciaba en la andadura de la democracia con ilusión; no sé qué habrá pasado estos años para que una ola de cinismo total haya arrasado tan legítimas ilusiones.
Ayudemos todos al cambio con nuestro granito de arena diario, trabajando sin escaquearnos, atendiendo a nuestras obligaciones y obligando a los caraduras a respetarnos.
Los que queremos algo mejor, debemos abandonar la pasividad. Debemos sacar del panorama de nuestras vidas a todos los que se han acostumbrado a avasallarnos sin consecuencias.
¿Por qué no empezamos con un voto?
Ahora, en Sol, nuestra plaza de grandes celebraciones, hay mucha gente harta, decepcionada de los políticos, gentes que quieren un cambio, que quieren defender sus libertades. Todos deberíamos estar allí, todos deberíamos defender el cambio. No a los políticos inútiles, no a los sindicales que se han vendido, a los que nunca les han importado los trabajadores; sí a las buenas ideas, si a los buenos gestores.
Ojalá esto continúe hasta conseguir que las leyes electorales cambien, para que los legisladores cambien las leyes que nos han traído a este estado de confusión.
Necesitamos gente honesta y comprometida con el progreso, con el desarrollo.
Vamos a sentarnos en Sol y decir a todos los que tan mal nos gobiernan y tan mal nos defienden, que se vayan a sus casas porque sólo queremos a la gente que trabaje por nuestra dignidad. Creo que ya es hora de reaccionar.