Hace un tiempo que circulaban por las redes sociales un par de chistes desafortunados lanzados a la Internet con tanta arrogancia como falta de tino. En este caso los escribían futuros aspirantes al poder que finalmente se han sumado a la casta que tanto odiaban, instalándose con dientes y muelas, desdiciéndose de las condiciones impuestas por ellos a otros partidos en sus ofertas.
Los de su gusto, seguro se rieron mucho con sus chistes y ocurrencia, otros, no nos reímos en absoluto porque los chistes hablan de la barbarie y el dolor del odio de los episodios de un pasado vergonzoso para nuestra memoria.
Algunos que aún pensábamos en el cambio, nos decepcionamos por el mal gusto que reflejan comentarios como ese y otros, que ponen de manifiesto la escasa calidad humana de sus responsables.
Sé que es difícil escapar a la educación que uno ha recibido, si ésta se basa en el odio y tengo en cuenta que la gente es libre de decir lo que quiera y decidir dónde y con quienes quiere estar, pero supongo también que eso es extensivo al oponente.
Yo siempre me inclino a permitir que se diga lo que se siente y se piensa pero también se desautorizar a cualquiera que piense de tal guisa, porque nos guste o no, nosotros pagamos los salarios de nuestros representantes en la administración pública en la que se incluyen Ayuntamientos y Parlamento y les guste a ellos o no, una vez que son gobierno deben legislar y trabajar por y para todos los habitantes de la región que están financiando sus puestos.
Lo menos que se le puede exigir a un representante de los ciudadanos es respeto por los seres humanos que van a ser afectados por sus decisiones.
Ya es hora de que lo que hacemos y decimos, y en ello me incluyo, tenga que ser explicado y de acuerdo a derecho, tenga sus consecuencias, porque no creo que a alguien que le parezca gracioso un holocausto, sea pasado o presente, y le de mucha risa una víctima del terrorismo o de cualquier guerra, o abuso, ni aquel que amenace con quemar capillas o insultar las creencias de otro invadiendo su territorio mostrando su desnudez para herir sensibilidades esté en disposición de representar a nadie que desee la libertad y el progreso.
No podemos ir por ahí pisoteando sensibilidades ni produciendo guerras, porque esas guerras nos atañen a todos.
La situación de estos chistosos y salidos de tono que justifican sus desmanes argumentando que era la única forma de hacerse oír y que quieren restarle importancia a los hecho en sí, me recuerdan a los personajes de los chistes de Gila, aquellos brutos del pueblo que electrocutaban a un parroquiano en el transcurso de una broma y que cuando la madre de este iba hacia ellos furiosa y los increpaba duramente, ellos le decían:
"Señora si usted no es capaz de aguantar una broma es mejor que se vaya del pueblo"
A mí me gustaría pensar que hay un futuro mejor para el país de mis nietos, me gustaría pensar que nadie se tuviera que marchar de su región porque esta ha sido invadida por el mal gusto y la sinrazón y me gustaría pensar que estos agresores jóvenes y llenos de vida supieran hacer algo más y mejor para su país y sus propias vidas, con respeto a sí mismos y buena voluntad para todos.