Al final del tunel

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Creado en Jueves, 22 Mayo 2008 11:52

Última actualización en Miércoles, 20 Marzo 2013 10:54

Escrito por Aliama Narval

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Charlando con él

-Sabes, hace unos días descubrí la causa de mi inquietud y mi pena y dejé de sentirme paranoica. Recibí una carta llena de insultos, pegajosa de odio y malos sentimientos. Cada vez más siento con certeza lo que no veo. Distingo claramente el odio, los celos, y el miedo, llevaba años sintiéndolo sin poder identificar exactamente la fuente, probablemente tampoco quería verlo porque era doloroso, ahora me alegro porque no hay nada más doloroso que el odio solapado, los malos deseos escondidos.

Tu siempre has entendido que lo mío es un don, Doña Rosa intentó que lo aceptara con alegría, me entrenó para creer en mis impresiones.

-Pero sabes,  la mayoría de nosotros lo percibimos, o mejor dicho todos. Los que han sido entrenados en la manipulación y el vampirismo intentarán convencerte que te inventas cosas. Todo aquel que te cuenta mentiras, intentará que asumas que te inventas cosas, que tu imaginación es prolífica, incluso te dirá que estas “de psiquiatra”, ten cuidado, e investiga, descubrirás lo que tiene que esconder.

-¿Creo que dices que, al fin, empezarás a seleccionar a la gente con la que tratas?

-Eso suena jactancioso, pero tienes razón, no todos los seres humanos pueden entenderse.  Todo depende de la programación. Pero necesitaremos alguien que haga de puente ¿no?

-Así es, hay seres especiales que saben conciliar, aunque sólo sea mientras ellos existen, las actitudes de odio de unos y otros. La mayoría de las veces es sólo su pasión por la concordia lo que nos impresiona y arrastra, pero cuando ellos desaparecen, el puente se rompe y el mal sentimiento va tomando su sitio otra vez. Tu padre fue uno de esos seres

¿verdad?

-Así es, pero como bien dices, cuando el murió todo se deshizo en incomprensión y malos sentimientos. Otros seres, aquellos que introducen la guerra y el odio tomaron su lugar y se produjo una reorganización en las actitudes, trayendo desunión y dolor, apartando a unos de otros. Pienso que tal vez sea  lo mejor después de todo la gente debe estar ligada a los suyos y apartada de los que desean su destrucción, aunque sólo sea inconscientemente. En fin ¡ojalá  fuésemos capaces de distinguir los mensajes subliminales a tiempo de salvar lo mejor de nosotros.

-A veces creo que vivimos inventando nuestra desgracia como si de una orden ancestral se tratara.

- Eso me recuerda una historia de odio que yo conozco bien, una historia nacida  de una diferencia de formas de vida, conceptos morales y principios diferentes. En una de las partes el imperio de la verdad, la honestidad y el servicio a los demás, el cariño por el ser humano “per se”, el compromiso con la idea de Cristo, de la otra: el engaño, la picaresca, la falsedad, el desatino, la superficialidad y la ausencia absoluta de compromiso, vidas dedicadas a buscar su beneficio propio, sin pensar en el otro, aún cuando los lleve a su propia destrucción.

Estoy convencida de que las ondas del amor o el odio de la gente se esparcen y vibran aún después de muertos, porque esos sentimientos quedan depositados en otras mentes en forma de pensamientos, e incluso según una Rosacruz que tuve el privilegio de conocer, se quedan el las casas y hacen difícil la vida en ellas.

- “¿En serio?”

 - Si, por ejemplo, una abuela y un padre cuentan terribles mentiras y apreciaciones egoístas de una madre a una niña de un añito y continúan reforzando los mensajes negativos el resto de su vida, después de 35 años, destruyen toda posibilidad de comunicación, pueden destrozar lo mejor de una relación entre madre e hija. Y ese odio depositado, sin querer, en la persona adecuada, años más tarde, puede causar estragos, e incluso podría seguir con fuerza dañando a todos después de varias generaciones.

- “Entiendo lo que quieres decir, sigue”

Hay ancianos cuya labor parece ser la de separar a los que se quieren, porque su programación lo exige, llenos de rabia y frustración, dejan caer su veneno, en pequeñas frases  convenientes para su propósito, no porque sean malos, vamos a desterrar esa valoración “moral” ya que la gente sólo puede ser lo que le permiten sus circunstancias ya que, ellos mismos han sido envenenados y sienten, de tanto contar mentirás, que lo que dicen es verdad.

¿Te cuento lo que paso con una suegra y sus nietos?

- Lo estoy deseando, pero primero dame un beso, creo que esto te afecta y no quiero verte sufrir porque otros lo deseen, esa sonrisa está mejor, cuéntame...

-Nuestra suegra en cuestión, primero intentó vivir con la pareja de recién casados, como la joven no aceptó, comenzó con un rosario de mensajes de soledad, que eran legítimos desde su posición, hasta que se presentó a vivir en casa de su hijo, sin opción a réplica, ya que su hijo, lleno de sentimiento de culpa, organizó su venida al país donde la pareja residía, a espaldas de su mujer y una  vea la anciana estuvo en casa, le comunicó que su madre viviría con ellos.

-¡Vaya elemento!

- Bueno, eso no es nada, espera. Conmovida por los llantos, falsos, de su pareja y los de su suegra la joven, aunque muy dolida, se apiadó de la anciana y finalmente  aceptó que se quedara a vivir con ellos y con los niños de 1 y 2 años, respectivamente, en unos momentos especialmente difíciles ya que acababan de decidir quedarse a vivir en España y el proceso de adaptación era realmente duro.

 A partir del instante en el que la señora se instaló en la casa, la anciana inició una campaña de acoso y  derribo de su nuera, con mensajes subliminales, que duró todos los años que ella vivió con la joven y que fueron nueve.

-¿Nueve Años? ¡guau!

- Si, nueve eternos años de soledad y odio. El marido se sintió apoyado por su madre y tranquilo por tenerla en casa hacía causa común con ella, deteriorando cualquier posible comunicación con su mujer, la que obviamente jamás le había importado.

-Mucha gente advirtió a la nuera de lo que pasaba, hasta la panadera le dijo, señora: "cuidado con su suegra, tiene una forma  muy peculiar de ensuciar su imagen, suele decir a las vecinas que la quieren y la respetan a usted: -“ Si es cierto que la chica es buena pero es tan bohemia” -La joven no supo como solucionar el problema y finalmente, cuando vio que no quedaba más remedio , e intentando salvar su salud física y mental y la de sus hijos, se marchó, pero demasiado tarde, como le dirían sus padres. El dolor de no poder estar con sus hijos hizo que pintara de flores a su pareja y volviera, pero dos años más tarde enferma y desesperada tuvo que volver a marcharse. Era una época difícil, “abandono de hogar” y por tanto no podía llevarse a los niños. Su salud no le permitió elegir y una vez más se separo de sus pequeños segura de que su marido se cansaría pronto de tenerlos y se los llevaría  a vivir con ella y así fue.

La anciana tenía razón en una cosa, ella y su hijo no tenían nada que compartir; juntos sólo vivían dolor y soledad y perjudicaban a los niños.

-¿Que quería conseguir de ese hombre?

 No se, creo que ella tampoco lo sabía. La joven debería haberse marchado cuando a la vuelta de la luna de miel encontró una carta de amor de otra mujer, amante de su marido que lo esperaba con ansias en Lima, Perú,”. O cuando supo que la razón de que su marido se interesara por ella fue una apuesta con un vecino.  Tan embarazada como desesperada, no supo que hacer y siguió.

 Debería haberlo dejado cuando, embarazada, otra vez, su flamante marido se paseaba en bañador por el club de campo con chicas y amigotes, mientras la barrigona de su mujer, trabajaba al lado de sus padres, con la humillación que suponía que todo el mundo  los conociera, convirtiéndose en la comidilla de las tardes del Club de Campo.

O tal vez debió marcharse, un año más tarde,  cuando se enteró que su marido y su amante celebraban el bautizo de su hijo, con recordatorios incluidos, y más, al saber que el niño tenía la edad de su niña pequeña y que la amante había sido alumna suya en la escuela de modelos.

 Entonces, es cuando la esposa habría tenido excusas y motivos. Cualquiera de los que vivían horrorizados esta historia lo hubiera comprendido, pero no, ella no se fue en aquel momento, se marcho muy tarde y sin excusas que pudieran ser públicas.

Se marchó, definitivamente, cuando le dijeron que debían volver a operarla y su marido estuvo una semana sin dirigirle la palabra, entonces ella decidió que para estar sola con sus dolores y problemas, era mejor marchar. La abuela moría de cáncer y cada día sentía más y más su odio.

Lo preparó todo para que una vecina y muy amiga de su suegra trabajara en la casa cuidando a la anciana y a su hijo, con los niños y se marchó. Con la ayuda de su hermana y financiada por sus padres que vivían un infierno desde que ella se había casado, cogió un piso cerca de sus niños.

-Empieza a fastidiarme tu historia. Pero sigue, espero que no haya mucho más, me pone de mal humor...

-Espera un poco porque la historia del odio comienza cuando los niños eran muy pequeños, pero tiene sus peores consecuencias cuando son adultos.

Los niños tenían un año y dos cuando nuestra  protagonista intentó retomar su trabajo de locutora de televisión en España. Desde los catorce años esa había sido su profesión y la dejó, momentáneamente, unos meses antes de su boda, o eso creía ella.

Comenzó a trabajar en la Radio después de que la empresa  dónde estaba, un laboratorio de cosmética, donde preparaba a las vendedoras y daba charlas a los distribuidores, cerrara.

La abuela les contaba a los niños que su madre se iba a pasarlo bien,  y que  trabajaba “gratis” en la radio, para divertirse, mientras la dejaba sola con ellos y con todo el trabajo.

Cada día, antes de irse a la radio  la joven, limpiaba la casa, lavaba, planchaba y todos los quehaceres que una casa necesita, se despedía de sus pequeños y pedía a la suegra que sintonizara la radio para que los niños supieran donde estaba y lo que hacía, pero como se enteró por los peques, la abuela jamás quiso ponerles la radio.

La joven sólo quería recuperar su profesión, había estudiado desde los catorce años con los mejores profesionales de Chile, tenía el reconocimiento del Sindicato de locutores y estaba considerada una buena profesional, allí, en Chile, Canal 13 de Televisión de la Universidad Católica de Chile y en su actual lugar de trabajo, Radio Centro y luego Radio Nacional de España, como colaboradora, haciendo entrevistas, pagadas, en el programa “Para Vosotros Jóvenes” que pasó a dirigir Carlos Tena.

 A Radio Nacional la había llevado su participación en Radio Centro, de la mano de un técnico de sonido y su mujer quienes convencieron al jefe de programas de Radio Nacional para que examinara su trabajo. Esas entrevistas, que le proporcionaron la oportunidad de trabajar en Radio Nacional, se las consiguió Mary Carvajal, en aquel momento, periodista del Diario Pueblo, años después representante de prensa el  gobierno de Felipe Gonzalez. Todos apreciaban la integridad de esta joven, el amor a su familia y buen hacer profesional, todos menos el marido y la madre de este.

Llegó el gran día, llevaba dos meses trabajando en Radio Nacional, sus compañeros intentaban que optara a un puesto de ayudante de realización, ella feliz se lo comunicó a su marido y el sólo le dijo:

 “tendrás que elegir entre la radio o yo”  Estas perjudicando a tus hijos y a mi, con este trabajo, yo ya no puedo llevarte y traerte, y no quiero que sigas...

Ella no comprendió una palabra, sus compañeros de la radio, que hasta ese momento habían admirado al marido, aparentemente cooperador, le retiraron su aprecio y a ella le dieron la espalda cuando les comunicó su decisión. “Creo que te equivocas” le dijeron, después de tantos esfuerzos y de haberte ganado tanto reconocimiento, creemos que cometes un terrible error”. Ella sólo lloró.

-¿Que pasó con la poca autoestima que le podía quedar? Creo que esa chica se hizo el Harakiri.

-Así creo,  porque se quedó para trabajar en una boutique y acompañar las miserias de su marido y suegra, cumpliendo con su obligación de esposa y madre, pero no te lo tomes a broma, ella no quiere contarlo porque dice que se siente ridícula.

Años más tarde, de pronto, al oír las quejas de sus hijos, se dio cuenta, con horror, que también perdería a sus hijos y con ello el poco respeto que le quedaba de si misma.

Ahora 30 años más tarde, después varias operaciones y años de arrastrarse ha conseguido recuperar la salud y es ahora cuando de manos de otro emisario, tan envenenado como los anteriores, la vida le ha traído el odio de sus detractores con fuerza brutal. Lo que este ser no sabe es que ella lleva pagando por su gran error desde el mismo día que aceptó su compromiso con su marido y que lo asume, ella sabe que ese odio será depositado en sus nietos y que seguirá su camino, lo que él no sabe es que ese odio destruye a los que lo atesoran y destruye a inocentes y que el es víctima, porque ninguno tiene ni tendrá medios para comprobar la veracidad de los hechos, simplemente  porque nunca nadie podrá estar allí, podrá estar en su piel.

-¡Vaya historia!, cuanto dolor inútil.

-Puedes decirlo, se parece mucho a esos culebrones de la radio que le gustaban, tanto a la anciana, en aquella época, aún no había televisión, pero cada día escuchaba “Simplemente María” junto a su ayudante mientras confeccionaban ropa de niños.

-Sabes, me gustaría que la gente supiera hasta que punto es importante quien la rodea, yo necesito estar con gente buena y cariñosa, como la gente que rodeaba a nuestra protagonista antes de dejar la Radio, no creas que me parece extraña su reacción, no imagino como hubiera actuado yo en sus circunstancias. -¿Fue cobarde, o ignorante? ¿Tu que crees?

-¡Otros tiempos, supongo!. Para alguien comprometido, lo de: hasta que la muerte nos separe era importante. La programación de las mujeres sometidas a la voluntad del marido. Lo que es extraño es que haya sobrevivido a tanto desprecio.

-¡Prefiero ni imaginarlo! ¿Y ahora que hace?

-Intenta construir nuevos caminos. Ya te lo contaré otro día.

-Venga vamos a tomarnos un café y a reírnos un poco, la historia me ha dejado helado.

-Y eso que no te he contado los detalles escabrosos. ¡Mi chico sensible! Es descorazonador porque, como decías, él y su madre cumplían los roles que habían aprendido, de modo que no es una historia de culpables sino de dos mundos irreconciliables, todos víctimas. La prima de él solía recomendarle a nuestra protagonista que ella hiciera otro tanto, que saliera con otros hombres,  pero ella replicaba que ese no era el problema y que ella quería estar con él y nadie más, que no se había casado para que cada uno tuviera una vida paralela e intimidad con otros, para eso hubiera permanecido soltera y desde luego no hubiera tenido niños ¿Te suena?

-Si, me suena, ¿pero,  ahora,  ella  sigue padeciendo por su ex?

No, desde que se separó “lo borró de su piel”, como ella dice. No ha vuelto a sentir ningún tipo de atracción por él.

-Y ahora vive con alguien.

No, eligió dedicarse por entero a su profesión, ella dice que esta tan marcada que no se siente preparada para iniciar otra relación porque está convencida que no sabe elegir, siempre fue elegida y teme caer en lo mismo. Pero es enormemente feliz, si , yo nunca he conocido a alguien que se tome la vida con tanta calma y sea capaz de asumir tanto dolor. Ella dice que el dolor que te causa otro es consecuencia de tu ignorancia y falta de amor a ti mismo, que no se debe permitir a nadie que te haga daño.

-El dolor la ha hecho sabia...

- Si pero no se lo digas, porque dice que es un error innecesario y que ella no pretendía ser sabia, sólo una mujer con su familia y su profesión, lo demás lo considera su forma de sobrevivir.

- Creo que nos hemos quedado un poco tristes...

 ¡Venga Vámonos! A ella no le gustaría que su historia ensombreciera nuestra tarde.