Conversación interrumpida...

Acababan de desaparecer para siempre todos aquellos que dirigieron, influyeron y manipularon mi vida, con mi beneplácito, nunca dudé acerca de ello.

 El último en marcharse dejó una huella particularmente indeleble y seguramente, para siempre, la gran frustración.

 

 

El cansancio comenzaba a hacer mella los signos físicos sólo eran un reflejo de mi, desolada conclusión. Ya no había nido, debía plantearme mi nueva identidad ya sin referencias y aunque la bibliografía me mostraba frases de libertad y éxito, yo me encerraba cada vez más en mi trabajo y en mis días libres el sillón acaparaba toda mi atención.

 Ya no salía a recorrer los lugares célebres de Madrid, ni visitaba museos ni tomaba café en Bellas artes contemplando el lugar desde sus ventanales. Por muchas razones ya apenas subía a la Sierra, lo peor era  que me daba pereza plantearme algo diferente.

 Es cierto que mi nueva casa es tan acogedora que puedes prescindir de lo demás, pero era mi estado de ánimo, me había cansado de defenderme, no conseguía tener referencias sólidas, todo era mi trabajo y había sufrido un revés de manos de un alumno y dos alumnas que me hicieron plantearme incluso mi valía en ese terreno.

 Mis grandes amigos, aquellos con los que construyes una vida se habían quedado en Chile y yo no había hecho amigos en Madrid ya que sólo tenía tiempo para trabajar.

 Continuaba sosteniendo la página con mis mejores aliados pero todo pesaba mucho, mi hijo y nuera estaban cerca, contaba con Angie y con Mariam ambas me hacían sentir cuidada y todos mis alumnos eran cariñosos y me hacían ver su aprecio por lo que aprendían. Incluso me habían invitado a participar en Facebook.

El estómago me dio un mazazo anunciado y por un momento creí que a pesar de los muchos esfuerzos que había hecho por mejorar mi salud física y mental, mi vida se empezaba a desmoronar.

 Aquella noche hice un gran esfuerzo para abrir el correo y me encontré con un curioso correo que me hizo sonreír, decía  que había encontrado mi dirección de correo, en la que está mi nombre y que mi seudónimo le parecía mi nombre al revés, que si era yo esa amiga que él había tenido en los 60 en Santiago de Chile y en la calle Joaquín Godoy.  

Me quedé tan sorprendida que intenté recordar a mis amigos, entonces yo tenía 12 años y sí entre mis vecinos y vecinas había hecho amigos y amigas pero descubrí con horror que no me acordaba del nombre de ninguno. Recordaba muy profundamente a la pianista y su hijo, que vivían en la casa de al lado. Aunque tenía muy buena relación con la pandilla de chicos y chicas me sentía especialmente cerca de estos dos vecinos. La madre solía charlar conmigo y me interpretaba piezas al piano, la Monja Julia me había enseñado a amar la música clásica y yo disfrutaba con esas sesiones de piano de mi vecina. Al hijo lo recordaba como mi confidente y consejero, gracias a él pedí visitar a un siquiatra amigo de su madre. El siquiatra resultó ser una pieza fundamental para el buen desarrollo de mi personalidad ya que me enseñó a apreciar mi sensibilidad y a defenderme de los que no la entendían, enseñó a mis padres a aceptar a esa pequeña hipersensible que poblaba su casa y que a veces no comprendían, aunque la amaran profundamente.

 Es curioso mi recuerdo, es profundo, casi podría decir espiritual pero no recuerdo características físicas, ni nombres, lo que me hace imposible la búsqueda de mis amigos de entonces.

 Me apresuré a contestar y le conté la vaguedad de mis recuerdos, le di datos exactos y mencione lo de la pianista y su hijo y esperé.

 A la noche siguiente revisé mi correo y allí estaba la respuesta.

 “Yo soy el hijo de la señora buena pal piano”  (lenguaje coloquial de Chile)

Enseguida reconocí el nombre y apellidos de  su madre.

El, mi amigo de la infancia estaba emocionado con el reencuentro y yo me emocioné de saber que al menos un amigo de mi infancia me recordaba como para buscarme en Internet. Yo por alguna razón digna de estudio, no soy capaz de recordar los nombres de los tanto quise.

 Desde ese día nos escribimos regularmente, hay tanto que poner al día…

 El felizmente casado con dos hijos y tres nietos, ahora vive en un país europeo. Yo con hijos y dos nietos de mi hija vivo en otro país europeo.

 Ambos, como si el tiempo no tuviera importancia hemos reanudado una conversación que se interrumpió  en 1960, cuando yo tenía 12 años.

 

amaliaFamily

 

 

Flashes

Si cada vez que pienso en ti te enviara un sms, no podría dormir, ducharme, ir a natación, bailar, hacer presentaciones, escribir en Facebook ni hacer el amor.

Ahora paro en seco un informe y te escribo en letras de nube sobre el cielo de Shanghai:

te quiero . . .
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"No se puede enseñar nada a un hombre; sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo"

Galileo Galileo

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(1019)

<¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?

Bertrand Russell

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(991)

Nada en el mundo puede sustituir a la perseverancia. El talento no lo hará; nada es más común que un hombre de talento sin éxito. El genio tampoco; el genio no premiado es casi un axioma. La educación por sí sola tampoco; el mundo esta lleno de cultos sin gloria. Sólo la perseverancia y la firmeza son omnipotentes.

Adam J. Jackson

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"Live and work but do not forget to play, to have fun in life and really enjoy it"

Vive y trabaja pero no te olvides de jugar, de divertirte en tu vida y de disfrutar de ella.

Eileen Caddy

    

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