Fritanga que endulza versos
y disimula secuelas
de quien derrama los sesos
con amores de autoescuela.
Sudores que se despiden
por tanta desidia en vena,
hoy los reproches le siguen,
no se puede dar más pena.
Despojos que se suicidan
cubiertos de desaliento
y atrapados sin salida.
Rebosa sal en la herida
abierta del desconcierto
por recuerdos que fusilan.