Nos hemos saltado un mes. Ha sido un agujero negro que se ha tragado la vida de personas a las que yo quise mucho, a jóvenes de 40 años que mucha gente quiso mucho y que han dejado a madres, esposa, familiares y amigos absolutamente desolados, porque, si quedarnos sin nuestros ancianos es difícil, que no será cuando los que se marchan aún están en la flor de su vida.
Ha sido un mes de penas, ajustes y reajustes, descubrimiento de enfermedades, rupturas y conflictos que no nos ha dejado indiferentes. Ya hay muchas reflexiones acerca de lo realmente importante, que antes no existían, que este extraño mes de Junio nos dejó por “alguna razón”, según los que creen en la causa/ efecto, o por la voluntad de Dios. y sólo “por que sí”, según los que prefieren pensar en la casualidad y aceptan la vida como una lotería, para lo bueno y para lo malo. Personalmente, cada día tengo menos ganas de pensar en ello, por lo que prefiero planificar a donde voy y vivir cada minuto con cariño para ganarme un poco de paz en el siguiente y cuando este llega, me planteo el que acaba de llegar, consciente de que los plazos se acortan con el paso de los años.
Los exámenes pasaron y en general, con dos excepciones, los chicos han salvado este año, y ganado alegría para sus vacaciones. En algunos casos el esfuerzo no se ha hecho de modo que nada nuevo ha sucedido.
Felizmente en este panorama todavía nos calza la ilusión y podemos pensar en mejorar y adaptarnos cada vez mejor a nuestro tiempo, lo que requiere estudiar y aceptar los cambios.
Un abrazo cariñoso a todos los que estáis y un recuerdo respetuoso para los que han ido para siempre.
Deja que las estrellas te indiquen el camino
en tu nuevo amanecer sideral.
Juega a ser tierra de flor y fruto
y acompaña a las aves en su vuelo
para encontrar otro suelo donde anidar.