A veces, aunque te creas que lo viste, que lo elegiste y que la decisión la tomaste tú, no decidiste, no elegiste y no viste nada.
A veces, cuando decide la Vida, las personas te pasan y cambian todas tus referencias y te rompen los esquemas.
Cuando una persona te pasa, puede ser mala o buena, rápidamente o despacito, esperada o de sopetón, pero generalmente cuando una persona te pasa es incontrolable, inevitable, irresistible, irreparable…y muchos o todos los íes a la vez. Te puede pasar de puntillas, en coche de bomberos, avioneta o nave espacial… da igual. Te pasa como un tren por el andén haciendo remolinos y armando tanto ruido que cuando se va te deja tiritando con la vista en el horizonte. Y te quedas ahí. Bizco. Sordo. Cegado por la luz. Y preguntándote si de verdad pasó y “quién fue lo que pasó”.
Ángela López Molina