Crack in your mind

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Creado en Miércoles, 25 Marzo 2015 19:35

Última actualización en Lunes, 30 Marzo 2015 12:22

Escrito por mer

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Mi propia risa fue la que inspiro este momento.

Nunca sabes cuando va a llegar la inspiración. Simplemente hay momentos en los que te sientas y dejas el mundo pasar, y un sonido, un olor, un color, hay un instante en el que las cosas cambian y de repente todo tu ser te pide un lápiz y un papel. Te pide que tus dedos vuelen, te pide explotar y sacar lo que llevas dentro y ¿ qué es? no lo se. Simplemente miro las teclas y no pienso, mi mirada enfocada sobre la Y del teclado y mis dedos bailando, se crea la magia.

Lo se para muchos es un sin sentido, una vorágine alocada sin un fin. Pero no lo es, todo tiene un objetivo, todo tiene un significado y un propósito y no lo sabes hasta que lo llevas a cabo.

Si nunca te has plantado delante de un folio con un boli en la mano y has dicho "voy a escribir una historia" y de tu mente no ha salido nada. Pero de repente y sin más un día te caes dentro de un torbellino de palabras en cual tu subconsciente es el que elige. 

No sabes de lo que hablo, lo siento pero es así. 

No puedo contarte de que va esta historia, no entenderías el final y lo que es más importante nunca llegarías a entender el medio. 

La estela que deja el sabor en tu boca tras paladear las letras, como los espacios no son simples silencios, son notas de aire que te llena los pulmones y te eleva a rincones de tu mente en los que nunca creías poder estar.

Cuando el papel es parte de tu ser y se llena a base de latidos… tú sólo te desangras, lloras, exudas su aliento por cada poro y parte de tu cuerpo. 

Esto es tu esencia, es tu alma estrellada contra una pared, es la imaginación que te lleva a intentarlo una y otra vez, es el sueño que te tocó en la lotería. La lotería de la vida en la que decides que la suerte esta en tu mano y en que todo lo que tocas te sonríe con el brillo de un momento único.

Y así tal como llegó se fue, no se ha marchitado simplemente ha pasado de largo. Pero volverá, en este tren, siempre que me siente frente al papel y decida escapar mi voluntad. Ya oigo en los railes los frenos de la siguiente estación, próxima parada de nuevo la razón.