Releyendo “El Poder de la Inteligencia Verbal” de Tony Buzan, autor del bestseller, “El libro de los mapas mentales “me he encontrado otra vez con el poder de la palabra. Sé que no hay nada nuevo en lo que aquí digo pero me parece oportuno recordar algunos de los conceptos que se vierten en este libro, a través de la experiencia de los chicos a los que enseño inglés.
Hace unos meses sopesando las dificultades de algunos de mis nuevos alumnos caí en la cuenta de que el problema era su escasez de vocabulario, su pobreza lingüística y su falta de técnica de estudios. Después de una reflexión y planificación les puse en contacto con una serie de libros de juegos para desarrollar el vocabulario, tal y como recomienda Tony Buzan.
El resultado ha sido espectacular, no sólo han aprendido palabras y conceptos es que además han disfrutado poniendo a prueba sus habilidades y han progresado enormemente, aumentando la seguridad en sus capacidades lo que los lleva a aprender más rápido porque están descubriendo el poder de las palabras, es decir, el poder del conocimiento.
Ahora saben que no hay posibilidad de desarrollo si no se tiene un amplio conocimiento del lenguaje, por eso se han vuelto más alegres y curiosos y por tanto con mas éxitos. Sus notas han remontado el simple aprobado y ahora ya pueden pensar en el 10 como su nota natural, pero lo más espectacular es que han progresado en todas las asignaturas, porque han desarrollado el mismo principio en todas ellas.
Aplicando las técnicas de los mapas mentales, utilizando los juegos para desarrollar ambos hemisferios de nuestro cerebro e insistiendo en ello una y otra vez, conseguimos niños felices que encuentran placer en aprender, aunque sólo sea por la diversión que eso supone.
Pero el descubrimiento mayor para estos alumnos es el respeto que ganan frente a padres y profesores y el poder que esto les confiere.
Leen fonética jugando y se sienten poderosos al poder transcribir ese lenguaje y juegan con las palabras, lo que luego les facilita la comprensión lectora y su expresión escrita.
El número, tal vez no es significativo, son sólo 14 adolescentes pero creo que si ha funcionado con ellos, podría funcionar con todos.
Para terminar tengo que agregar que el secreto de todo niño o adolescente triunfador es la tenacidad, rendirse no es una opción.
Todos los niños y adolescentes del mundo deberían tener adultos convencidos de su gran valor y capacidad y deberían saber que todo lo contienen las palabras y que cuanto más palabras saben más fácil les resultará elegir su trayectoria y encontrar su camino. Deberían saber que no se nace tonto o listo, que todos nacemos siendo un cuaderno de notas en el que los adultos escriben nuestro futuro y que lo único que nos liberará de ideas trasnochadas será nuestro conocimiento del lenguaje y nuestro tesón con la confianza en nuestra inmensa e inagotable capacidad.