Gracias Lourdes Santamaría por este regalo de Grecia, gracias por tu cariño a esta página y a los que estamos en ella.
Í T A C A
cuando estés dispuesto a emprender el viaje hacia Ítaca
has de rogar que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
al furioso Poseidón nunca temas;
no hallarás tales seres en tu ruta,
si alto es tu pensamiento
y limpia la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Has de rogar que tu camino sea largo,
que sean muchas las mañanas de verano
en que con placer, con alegría,
arribes a puertos que tus ojos ignoraban.
Detente en los mercados fenicios
y adquiere hermosas mercancías:
madreperla y coral, y ámbar y ébano;
sensuales perfumes – tantos como puedas -.
Y visita muchas ciudades egipcias,
y con avidez aprende de sus sabios.
Mantén siempre en el corazón la idea de Ítaca,
has de arribar allí, ése es tu destino,
pero no fuerces jamás la travesía.
Es preferible que dure muchos años,
que seas viejo cuando fondees en la isla,
rico con todo lo que hayas ganado en el camino,
sin esperar que ella te dé más riquezas.
A Ítaca debes el maravilloso viaje,
sin ella no habrías partido,
mas ninguna otra cosa puede darte.
Y si la encuentras pobre,
no es que Ítaca te haya engañado.
Rico en saber y en vida, como te habrás hecho,
comprenderás lo que significan las Ítacas.
Constantino Kavafis