La abuela quiere tanto a la pequeña Clara que entiende el porqué de todos sus actos, a veces se siente sola en medio de tanto adulto y saca su genio. Cuando los mayores se empeñan en que esté calladita para ver El Señor de los anillos durante tres horas, ella se rebela haciendo ruiditos y creando pequeñas molestias, pero en el parque o jugando con sus muñecas es todo creatividad. Y cuando alguien desea quebrar su voluntad reacciona con tozudez. La abuela la defiende con pasión porque la ve como una gran mujer que honrará a las mujeres de la familia.
Ha copiado la tozudez de su madre que es estupenda y algunas técnicas de imposición de su padre que le sirven para sobrevivir. Tiene una inteligencia desarrollada por su gran desarrollo verbal, gracias a padres abuelos y otros miembros de la familia y también gracias al genio de Disney y otros creadores de cine infantil. Luce un mal genio estudiado que aplica para su defensa, ya que ha visto que a otros les funciona y comienza a discriminar entre lo que es bueno de verdad y lo que sólo lo parece.
En cuanto vio a Angie sonrió y le abrió sus brazos, como si la hubiera conocido de toda la vida, le contó cosas, posó con la abuela en algunas fotografías jugó alegremente, inventando espacios mágicos en las alturas de los juegos del parque nuevo y se despidió de Angie con un abrazo.
La abuela quiere mucho a Clara y la entiende y quiere como antes, ahora y siempre querrá a Diego, su hermano.
Diego tuvo su nana y ahora le toca a Clara
La nana de Clara.
Clara mi cielo pequeño,
Clara mi cielo grande,
las Hadas velan tu sueño,
siempre están para ayudarte.
Duerme mi linda nenita,
Que aquí están a visitarte
Todos los mágicos cuentos
que han venido a arroparte.
Duerme, duerme, pequeñita,
Que contigo está tu mami,
Duerme, duerme, pequeñita,
Que no te desvele nadie.
Mucho te quiere la vida,
Mucho te quiere tu mami
Duerme, duerme, pequeñita
que no te desvele nadie
Duerme, duerme, duerme
Que no te desvele nadie.