Aprendí que no oirás aunque grite,
Que no me verás aunque me cubra
De llamativos adornos,
Que no me amarás,
por mucho que yo crea amarte.
Aprendí que el sol siempre nace al este
Y recoge su luz al oeste
En una fiesta de rojos
Y naranjas brillantes.
Aprendí que no importa mi empeño,
Tu mirada está siempre más allá del norte,
Aprendí, que lo mismo que se ama,
se detesta sin razón aparente.
Aprendí que ayer ya no existe
Y que tampoco habrá un mañana
Si no cabe el hoy.
Aprendí a caminar sola,
Con mis sonrisas alegres,
Contándole al aire
Lo que me duele la distancia,
Lo que me duele la vida,
Lo que me duele la muerte.
Aprendí muchas cosas…
Y ahora que no se nada,
Ahora que todo se diluye
En el tiempo que no pasa,
Lo único que tengo,
Son mis palabras
para olvidarte